Si el 1500 se caracteriza por la
preponderancia del estilo español en la indumentaria europea, en el 1600
es
Francia, y Holanda en menor medida, quien impone su indumentaria en un
vasto
territorio. Con perspectiva histórica, se vislumbra ya cómo van a
funcionar ya las corrientes de la moda en el futuro. Ello tiene que ver
con la
idiosincrasia del pueblo francés y, por focalizarlo mejor, con la
personalidad
propia de una ciudad, París, que va a mantener esas características de
"grandeur"
para toda su historia. Desde este siglo, París se está construyendo con
su
peculiar fisonomía de esplendor, cultura y arte. El rey Francisco I,
vencido por
Carlos V en la batalla de Pavía, es una admirable paradoja, porque desde
entonces la capital del reino francés va creciendo a base de
embellecerse;
podríamos exagerar un poco diciendo que crece más como una gran
colección de
arte que como crece una ciudad, pero en cierto modo es así. Todos los
monarcas
compiten en construir palacios y monumentos. Tal foco de admiración no
puede por
menos de ejercer también como centro creador y difusor de moda.
La importancia y
el ímpetu de los movimientos artísticos y culturales en este siglo
también son
una gran contradicción respecto a la situación de guerras, divisiones
políticas
y luchas religiosas casi permanentes. El empuje del arte influye en la
evolución
de la indumentaria más que todo lo demás, haciéndola cada década más
refinada y
elegante. Y los protocolos sociales inician también esta misma evolución
hacia
modales de cortesía y delicadeza desconocidos hasta entonces. Esto
además sin
olvidar la ayuda de las economías que crecen. Todo ello conformará una
nueva
estética, que ya no será solamente cortesana sino social, porque la vida
se
concibe de forma diferente. En Francia se dictan también leyes
suntuarias, pero
ni Richelieu ni Mazarino son capaces de imponerlas y París nunca las
cumple.Italia y sobre
todo España ven desaparecer la supremacía que ejercieron en el siglo
anterior,
sólo algunas princesas españolas inspiran ciertas modas. La Holanda
independiente y la Francia que crece en absolutismo se imponen en los
cambios
que aparecen en la vestimenta. La influencia de las Academias y el nuevo
movimiento artístico que es el Barroco están presentes en estos cambios
de moda
e incluso se corresponden, potenciando la imaginación y la virtuosidad
de los
creadores de moda. Lo mismo que en el Barroco, en el vestido la moda es
la
preciosidad, rompiendo con la rígida simetría del XVI. Sin embargo, la
importancia que ha tenido el Renacimiento aun se hace notar y no deja
entrever
todavía un verdadero nuevo estilo.
Muy interesante este traje, el tacto tiene que ser muy bueno. Felicidades por el bloc!
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